Rahab

Rahab (hebreo posiblemente relacionado con la raíz ‘ancho’).

Nombre de una ramera que vivía en una casa que formaba parte del muro de la Jericó de la edad del bronce tardía. Los espías de Josué se alojaron con ella. Cuando los buscaron ella los escondió debajo de unos tallos de lino que estaban secándose al sol en el terrado. Los perseguidores recibieron de ella indicaciones de una falsa pista, y cuando se fueron ella hizo arreglos con sus huéspedes. Sabía que Jericó debía caer en manos de los siervos de Yahvéh, de manera que solicitó protección para sí misma y su familia. Con su ayuda, los espías huyeron por una ventana. Cuando Jericó fue destruida, su familia se salvó, y Rahab se unió a los israelitas (Jos. 2.6, 17, 22–24).

En el Nuevo Testamento el escritor de la carta a los Hebreos la incluye entre los antiguos ejemplos de fe en Dios (He. 11.31); además se la menciona en Stg. 2.25 como una de las personas que fue justificada por sus obras. Es muy probable que se la pueda identificar con Rahab ("Rahab"), esposa de Salomón y madre de Booz, antepasado de David, a quien se incluye en la genealogía de nuestro Señor en Mt. 1.5.