Poncio Pilatos

Poncio Pilato (siglo I), gobernador militar romano, o procurador, de la provincia imperial de Judea de 26 a 36 d. de C. Nada se sabe de su vida anterior a su nombramiento como procurador. Sucedio a Valerio Grato como 5to. gobernador de Judea en el año 26.

Gracias a las presiones de Vitelio, gobernador de Siria y amigo de los judíos y de los samaritanos, este logro gobernar sin ningún problema por 10 años o con relativo exito.

Vitelio en una oportunidad le acuso de mala administración (36-37 d. de C) cuando Pilato sofoco sangrientamente a una rebelión de los galileos y de los samaritanos. En dicha oportunidad Pilato viajó a Roma a rendir cuentas a Tiberio, pero este fallecio antes de escucharle.

El historiador judío Flavio Josefo lo retrató como un administrador duro que no supo entender las convicciones religiosas ni el orgullo nacional de los judíos. Es famoso por su intervención en el juicio y ejecución de Jesucristo. Su culpabilidad en el caso ha sido objeto de debate desde entonces.

Por lo historiadores de la epoca (Filón, Josefo) se le acusa de cruel, injusto y de maltratos excesivos. Es bueno mencionar que todas las críticas de ese entonces a todos los gobernadores romanos, carecen de imparcialidad y están bajo la influencia de cierto fanatismo nacionalista. No podemos negar de igual forma que la actuación de Poncio Pilato esta llena de circunstancias despiadadas, enérgicas con el fin de mantener el orden a toda costa, lo que cumplio a su propósito; lo que le faltó fue sensibilidad a los escrúpulos judíos.

El gobernador de Judea disponía de una autoridad judicial absoluta sobre todos los que no fueran ciudadanos romanos, pero muchos casos, sobre todo los relacionados con la religión, eran juzgados por el sanedrín, el consejo y tribunal supremo de los judíos. Según el relato de los Evangelios, después de que el sanedrín encontró a Jesús culpable de blasfemia lo envió al tribunal romano por carecer de poder para pronunciar una sentencia de muerte. Cuando Pilato se negó a confirmar el fallo sin llevar a cabo una investigación, los sacerdotes judíos formularon otras acusaciones contra Jesús y el gobernador se entrevistó a solas con él. Pilatos, impresionado por la dignidad y franqueza de sus respuestas, intentó salvarlo (Jn. 18:38-39, 19:12-15), pero el temor a un levantamiento en Jerusalén lo obligó a acceder a las demandas del populacho de modo que Jesús fue crucificado.

El Credo de los Apostoles le menciona cuando recuerdan el pasaje en las Sagradas Escrituras a Poncio Pilato lavandose las manos públicamente y condena a Jesús a ser crucificado. Debemos mencionar que este credo olvida otros nombres. Otro acto que hizo Pilatos fue el de colocar en la Cruz de Jesús un título "Rey de los Judios".

El año 36 Pilato fue llamado desde Roma, y según el teólogo e historiador de la Iglesia Eusebio de Cesarea, acabó suicidándose. Es bueno mencionar que su muerte en realidad es materia de leyenda, pues se ignoran los datos historicos y solo se tiene que fue durante el reinado de Calígula (III Siglo). La Iglesia Copta y Etíope lo venera como mártir y celebra su festividad el 25 de junio y además la Iglesia Ortodoxa Griega considera a su esposa una santa (Mt.27:19). En el siglo IV decayó la estimación de Pilato en la Iglesia Occidental, y desde entonces se ha querido ver en él a una persona atemorizada que por propia conveniencia incurriendo en un crimen judicial, culpando a un inocente.