Tito

Aunque no se lo menciona en Hechos, Tito era uno de los compañeros de Pablo, en el cual depositaba mucha confianza. La primera vez que oímos de él es en momentos de la controversia gentil, cuando acompañó a Pablo y a Bernabé a Jerusalén (Gá. 2.1). Sirvió como caso de prueba, puesto que era gentil, pero aparentemente no fue obligado a circuncidarse (Gá. 2.3). Tito probablemente acompañó a Pablo en sus restantes viajes, pero no se dispone de información concreta acerca de sus trabajos hasta el momento de la crisis en Corinto. Evidentemente actuó como representante de Pablo en Corinto durante el año que precedió a la confección de 2 Co. (8.16), con la misión especial de organizar la recolección de la ofrenda allí. La tarea quedó inconclusa, porque Pablo le pide a Tito que vuelva a Corinto a completarla (2 Co. 8.6).

Una tarea más delicada fue la de suavizar la tensa situación que había surgido entre Pablo y los corintios, tarea que claramente requería un hombre de mucho tacto y fortaleza de carácter. Parece haber tenido una personalidad más fuerte que Timoteo (1 Co. 16.10; 2 Co. 7.15), y poseía habilidades como administrador. La comparación entre 2 Co. 2 y 7 sugiere que Tito llevó una carta de Pablo a los corintios, que posteriormente se ha perdido (la "carta severa"), carta en la que el apóstol los reprendía con gran angustia de corazón por su actitud arbitraria y altiva. Finalmente Tito volvió a unirse a Pablo en Macedonia (2 Co. 7.6) con buenas noticias, y como resultado se escribió 2 Co. que posteriormente fue llevada por Tito con gran solicitud (2 Co. 8.16s) por cuanto parece haber sentido un afecto particular y mucha preocupación por los corintios. El apóstol lo describe como "compañero y colaborador" (8.23), que jamás se hubiera atrevido a aprovecharse de las personas confiadas a su cuidado (12.18).

De la epístola dirigida a su nombre podemos colegir que Tito acompañó a Pablo a Creta después que este último fue liberado de la cárcel romana, y que quedó allí para consolidar la obra (Tit. 1.5s). La carta insta a Tito a usar su autoridad para establecer un ministerio digno, para vencer la oposición, y para enseñar doctrina sana. Se le pide que se reúna con Pablo en Nicópolis cuando sea remplazado ya sea por Artemas o Tíquico (Tit. 3.12), y es posible que haya sido enviado a Nicópolis a realizar una tarea evangelística en Dalmacia, tarea a la cual estaba abocado cuando Pablo escribió 2 Ti. (2 Ti. 4.10). La tradición posterior, sin embargo, supone que regresó a Creta, y lo describe como obispo del lugar hasta su ancianidad (Eusebio, HE 3.4.6). Para la posibilidad de que haya sido hermano de Lucas (lo cual podría explicar la ausencia de su nombre en Hch.).